Procura parpadear lo menos posible.
Decir la verdad no te exime de mentir. Todos mentimos.
Existen malas madres. Y malos hijos.
El primer amor nunca se olvida. Todos, inconscientemente, compararemos nuestros próximos amores con el primero.
Un hombre que no es amable con los camareros, no es amable con nadie y acabará no siéndolo contigo.
Que nadie te diga cuánto debe de dolerte tu tristeza.
Abraza a tus abuelos.
Nadie tiene ni idea de lo que está haciendo. Todos estamos, en alguna medida, inventando. Algunos lo disimulan mejor. Nada más.
Algunas de las certezas de la vida, vienen mientras tonteas, jugueteas o vacilas con alguien.
Alégrate de los logros del prójimo como si fuesen los tuyos.
No seas tacaño y no solo con el dinero. Da la vida gratis, vive mucho y rápido.
Llorar no es motivo de fragilidad. Llorar es liberador y necesario.
No mires tanto el móvil.
Recibe invitados en casa. Cuida de los tuyos, que nunca les falte de nada.
O invitas tú o invita él. Pagar a medias en una cita romántica es una cutrez absoluta.
Sonríe por la calle, a un desconocido. Sonríe porque sí. Hay que dejar de culpabilizarse por ser feliz o estar contento. Es verdad que escribir sobre la tristeza y el drama es muchísimo más fácil, tiene épica y es más sonoro. Pero si eres feliz, no te culpabilices por ello. Muchas veces somos nosotros mismos los que no nos permitimos ser felices.
Las opiniones solo importan si te las da alguien que te quiere.
Tanto los padres como los hijos, podemos enseñarnos mutuamente.
Haz deporte. Cuida tu cuerpo y tu mente.
Equivócate todas las veces posibles. Levántate, cáete, vuelve a levantarte. Prueba y error, es lo que dice siempre mi amiga A.
La juventud es un arma de seducción.
Los extremos nunca son buenos. Ni cara, ni cruz, ni blanco, ni negro. Salvo en el amor.
Nada es tan importante como creemos.
Es en la retina donde, sobre todo, se advierte de manera sutil, generosa, y a la vez grandiosa dos cosas brillantes: el paso del tiempo y la buena educación.
Invierte en ropa buena, reutiliza, dona y regala.
Enamórate. Y desenamórate. Todo lo que puedas.
Las conversaciones intelectuales son tremendamente eróticas.
El reloj solo va hacia delante, no espera a nadie.
La constante productividad es una trampa.
Nunca des nada por hecho.
Todo tiene solución menos la muerte.
Hay que aprender a dejar ir. Aceptar que hay cosas que no tienen que ser, que hay personas que ya no forman parte de nuestra vida. Esto de Pablo d’Ors: «Por eso creo que para escribir, como para vivir o para amar, no hay que apretar, sino soltar, no retener, sino desprenderse. La clave de casi todo está en la magnanimidad del desprendimiento. El amor, el arte y la meditación, al menos esas tres cosas, funcionan así».
El mar es la mejor medicina del mundo.
Tu ginecóloga y tu dermatóloga son dos de las mujeres que más van a saber de tu vida adulta.
Los límites en el sexo los pones tú.
Todo lo que merece la pena requiere de cierto sacrificio.
Saldar cualquier deuda, no deber nada a nadie.
Hay un número limitado de personas que pasarán en tu vida.
No has venido a este mundo a complacer a nadie. Ni a un novio, ni a una madre, ni al perro del vecino.
Dar las gracias siempre.
Haz muchas fotos y vídeos.
Conserva amigas más inteligentes que tú.
Hay una gran diferencia entre soledad y estar solo/a.
Nunca te quedes con alguien por comodidad, soledad o falta de autoestima.
La admiración es una barrera invisible que más que acercar, aleja. Es mejor el respeto. Mucho mejor.
Nunca te ahorres un “te quiero”.
Aléjate de los ofendiditos, los machirulos, los interesados y los gymbros de turno.
Las mujeres nos apoyamos con mujeres, y eso no tiene nada que ver con la creencia retrógrada de “aquí viene el hembrismo conjunto”.
Todo pasa por algo.
El humor es lo único que nos salvará de los pesados.
Feliz fin de semana sin prisa,
Sofía
“Todo pasa por algo “ y aunque nos sigue frustrando en el momento …. a la larga damos las gracias por ello
La vida es un aprendizaje continuo y no sólo a los 20 … con 30 o 40 o 50 años más , seguirás aprendiendo 💖
Eres la mejor!!!!